“Los que de verdad me gustan son esos que cuando acabas de leerlos piensas que ojalá el autor fuera muy amigo tuyo para poder llamarle por teléfono cuando quisieras”.
Esta página nace porque hay artistas cuyos mundos cambian el tuyo. Porque una vez que los conoces ya no puedes prescindir de ellos. Porque los consideras amigos tuyos aunque jamás llegues a tratarlos en persona. Porque nunca hablarás con ellos pero ellos se comunican constantemente contigo. Porque ya forman parte de ti.
Me calaste hondo y ahora me dueles si todo lo que nace perece del mismo modo un momento se va y no vuelve a pasar.
Y decian qué bonito era vernos pasear queriéndonos infinito pensaban siempre sera igual. ¿Cómo lo permitimos? ¿Qué es lo que hicimos tan mal? Fue este orgullo desgraciado que no supimos tragar.
Y engáñame un poco al menos, di que me quieres aún mas, que durante todo este tiempo lo has pasado fatal que ninguno de esos idiotas te supieron hacer reir y que el único que te importa es este pobre infeliz.
Me calaste hondo y ahora me dueles si todo lo que nace perece del mismo modo un momento se va y no vuelve a pasar.
Y el día que yo me muera y moriré mucho antes que tú solo quiero que una pena se llore frente a mi ataúd que esta herida en mi alma no llegó a cicatrizar y estará desesperada hasta que te vea llegar.
Me calaste hondo y ahora me dueles si todo lo que nace perece del mismo modo un momento se va y no vuelve a pasar un momento se va y no vuelve a pasar un momento se va.
Necesito estar en movimiento ahora que te vuelvo a ver lejos de mí. Pero no queda ya ningún bar abierto y los amigos, todos se han ido a dormir.
Y así comienzo a novelar la historia de lo que será cuando las cosas vayan a peor. Y yo me veo casi igual que ahora que no tengo nada salvo la certeza del dolor.
O me sorprenderé gritando un día: "Puedes seguir con tu vida que yo con la mía, si me dejan, seguiré."
Bien, todo sucedió según lo planeado y ya luzco en mi antebrazo una purpúrea cicatriz. Y aún persiste en mí el deseo insano, nadie llega tan lejos si no es para seguir.
Pero si por casualidad oigo que estás en la ciudad y alguien nos presenta alguna vez, entonces no daré a entender lo que es cierto, yo aún te quiero, y nunca te he dejado de querer.
O me sorprenderé gritando un día: "Puedes seguir con tu vida que yo con la mía, si me dejan, seguiré."
Pero si por casualidad oigo que estás en la ciudad y alguien nos presenta alguna vez, entonces no, no daré a entender lo que es cierto, yo aún te quiero, y nunca te he dejado de querer.
O me sorprenderé gritando un día: "Puedes seguir con tu vida que yo con la mía, si me dejan, seguiré."
La muerte qué mala saña es una canción dedicada a Enrique Urquijo compuesta por Enrique Mercado e interpretada por el grupo DOS (voz: Nacho Fernández).
Podéis disfrutar de la versión en directo en la sala Galileo Galilei aquí
Actuación de Carlos Chaouen en el Pay Pay de Cádiz.
La canción, de la cual hizo una versión Ana Torroja, inspiró ESTE POEMA y dice esto:
NO ME CANSO
Estoy desnudo al amanecer en este último piso abuhardillado no sé si ponerme a cien o darme una tregua en el lavabo
No tengo dinero para el tren que me lleva a tu barrio Necesito aire en el pulmón del cielo de tus labios.
La ventana ha cedido al sol que me aporta calor y algo de pena no queda nada de alcohol quién fuese Cristo en la última cena.
No sé si mandarte una postal tatuada de ilusiones O alucinarme un carnaval lleno de pasodobles.
Mi corazón babea a popa no sé donde esta mi ropa (*),
la habré perdido junto al miedo.
No me canso de quitarme el sombrero cuando llueve por mojarme las canciones y no me daré cuenta en esta puta vida
No me canso de mirarte la cara no me canso de vivir en escenarios y no hay más adversarios que nosotros de espalda que el amor son tres flores que se riegan a diario.
Las pupilas ya sacian su sed en el veneno de la enredadera Invento el color también de las vocales con sabor a fresa.
Visita la tarde leve, azul, ángel de luz de cárcel la marea arde y no estás tú, y se hace menos tarde.
La ventana prescindió del sol que va de migración hasta mañana ya llegó la ansiada luna que nunca nos evita las miradas.
Hay un paraíso en cada piel y un dios en cada hombre Yo sigo poniendo en el sofá cojines de canciones.
Mi corazón babea a popa...
(*) no sé donde está la coca, en otras versiones
A su vez, la frase "mi corazón babea a popa" (como algunas otras expresiones que usa Chaouen en sus canciones, está tomada de este poema de Arthur Rimbaud):