Dice Holden Caulfield sobre los libros:

“Los que de verdad me gustan son esos que cuando acabas de leerlos piensas que ojalá el autor fuera muy amigo tuyo para poder llamarle por teléfono cuando quisieras”.

Esta página nace porque hay artistas cuyos mundos cambian el tuyo. Porque una vez que los conoces ya no puedes prescindir de ellos. Porque los consideras amigos tuyos aunque jamás llegues a tratarlos en persona. Porque nunca hablarás con ellos pero ellos se comunican constantemente contigo. Porque ya forman parte de ti.

sábado, 17 de noviembre de 2007

DESDE QUE NO NOS VEMOS (Cronología sentimental con banda sonora)



(La primera parte de este post se encuentra en mi otro blog: http://areaddescanso.blogspot.com/2007/11/desde-que-no-nos-vemos-homenaje-enrique.html )



Aunque nunca llegues a saberlo, Los Secretos forman parte de mí. Sus canciones son la banda sonora de mi vida, desde el 88, cuando un compañero me grabó el LP de Ojos de Perdida en una cinta que todavía me acompaña, que marcó el final de curso de mi 1º de BUP, con Déjame sonando en Jácara, y me consoló en Irlanda, por qué me dices que va a ser distinto/ si todo vuelve a ser lo mismo/qué tengo que ser para ser algo/para quererte sólo valgo y fue la música de mis mañanas de piscina ese verano. Vete ya de mi vida, déjame en paz. Necesitas verme triste para alegrarte, necesitas que tu orgullo salga adelante. No quiero que me debas nada ni deberte nada a ti, no quiero que sufras ni llores por mi. Me miraste a los ojos y no supe qué decir. Azul de ojos, labios de cristal, qué mal me quedo cuando te vas. Aunque tú no te des cuenta te has acostumbrado a vivir y a disfrutar como un niño mimado. Fuertes emociones se han grabado en ti. Se fue como llegó, tal vez sea así el amor. Deja de pensar en lo peor, no pierdas el tiempo igual que yo. Sobre un vidrio mojado escribí su nombre, sin darme cuenta...

Y en otra cinta, mal grabada, un puñado de buenas historias. No sé si se acuerda esa buena chica de lo que ella me dijo: Te sentirás mejor. No me falles, no digas que no, aunque todo sucedió al revés y siempre hay un precio dime que Continuará. Quiero beber hasta perder el control, y correr sin dirección desde la estación hasta el primer cruce, por el túnel, hasta cerrar los bares... Yo siempre fui mi peor enemigo.

En el 89, 2º de BUP, La calle del olvido, una excursión a Segovia escuchándolo a medias con mi mejor amiga en el autocar del colegio: No seré yo, Qué solo estás, Nuevo color, Soy como dos, y un amor platónico de 3º que nunca se fijó en mí, mientras a mí me perseguía otro en el nunca me fijé, yo que siempre me he dolido/ de recordar lo que fue/ y lo que pudo haber sido, Culpable, Todo ha sido un juego, y ese No es amor que parecía escrito sólo para mí, has visto demasiadas películas rosadas y te lo has llegado a creer(...) Tu príncipe soñado ya viene retrasado y mi oferta sigue en pie, ya sé que no es amor, pero está bien (...) No esperes ahí sentada o soñando con la almohada, todo te salió al revés/ ya sé que no es amor, pero está bien....

Y en el 92, ese Ojos de gata que me enamoró mucho antes de que conociera esa otra versión canalla de Sabina que tanto sonaba en fiestas, con una de las frases finales más rotundas que yo he escuchado en una canción, tan de Enrique: pero cómo explicar, que me vuelvo vulgar, al bajarme de cada escenario, sintiéndome turista en mi país, extraña en mi ciudad, naúfraga en mi barrio. Saboreando la venganza de la indiferencia a ritmo de ranchera con Ya me olvidé de ti: Ayer que te encontré por Dios lo juro, que a tu lado pasé indiferente, yo que tanto temí por este encuentro, hoy te juro por Dios que nada siento. Y bailando con la única canción de Los Secretos que levanta el ánimo: Adiós tristeza.

En el verano del 93, Cambio de planes y un concierto en el parque de San Isidro a finales de julio, donde me enamoré de un pijo moreno engominado y con un polo blanco que se emocionaba con todas las canciones, y mañanas de piscina esperando cartas de un novio que nunca supo que lo era, haciendo juegos de palabras con mi mejor amiga al ritmo de todas esas canciones que hicimos nuestras, Déjame soñar después del huracán, para dibujarte. Colgado sigo esperando en mi rincón y aunque he perdido el tiempo con mi amiga mala suerte, me alegro de verte. No me digas que estás muerto, que por verte sonreír hago un cambio de planes.

En el 94, annus horribilis, de indiferencias y despedidas, habitante única de un mundo hostil, Enrique Urquijo y Los Problemas me hablaron de su Mundo raro, en una versión (que se quite Chavela, que yo me quedo con Enrique) que es para mí la mejor porque así fue como la escuché por primera vez , y si quieren saber de mi pasado es preciso decir otra mentira, les diré que llegué de un mundo raro, que no sé del dolor, que triunfé en el amor y que nunca he llorado. Con 20 añitos y ya tan tonta, tan sufridora, tan viviendo en las canciones en vez de en la vida. Esa Semana Santa mientras otro amor no correspondido no hacía más que ignorarme en un bar de un pueblo de la sierra, Enrique Urquijo cantaba en la tele: después del tiempo que he perdido en aventuras sin sentido, me siento solo y a la vez perdido sólo porque me has sonreído y pido volver a ser un niño, volver a ser un niño. Ese año sentí que éramos Corazones de cartón: nada me importa saber si hicimos mal por apostarnos la vida a un solo as (...) de qué sirve la razón si el camino es tentador y ya en verano otra vez la más absoluta de las indiferencias: cuántos recuerdos guardas tú de mí para tratarme ahora así, cuántas razones tengo que inventar para poderme perdonar...

En el 95 salió Dos caras distintas. Es quizá el disco que menos interioricé, el menos escuchado. Aún así, como siempre, contiene un puñado de buenas canciones, y aún mejores letras. Desde el Pero a tu lado, una de amor y esperanza tan rara en ellos, he roto todos mis poemas/ los de tristezas y de penas/ lo he pensado y hoy sin dudar/ vuelvo a tu lado/ Ayúdame y te habré ayudado /que hoy he soñado /en otra vida en otro mundo/ pero a tu lado. Ya no persigo sueños rotos/ los he cosido con el hilo de tus ojos /y te he cantado al son de acordes aún no inventados. Al Reina de corazones, pasando por las tan de Los Secretos en su vertiente más triste y melancólica Por eso entiendo si te vas y Tarde gris. Y otra de esas historias líricas que no se pueden obviar, ni olvidar, de esas que a uno le gustaría vivir alguna vez. Arañándole al tiempo el minuto mejor /saltando a la calle tú y yo /ya sabes cómo hay que apurar /la última vida de un gato / la vida de un gato.

Y en el 98, en mi cumpleaños, mi mejor amiga me regaló la cinta negra, la del dibujito infantil de la isla, tan triste. A mí, Enrique y Los Problemas cada vez me emocionaban más, aunque a ella ya no le gustaban, ni siquiera me pidió que se la grabara. Aunque tú no lo sepas (una canción de Quique González con título de un poema de García Montero - esa es otra historia que algún día contaré, aunque ya se sepa - que Enrique hizo tan suya como todas las suyas) me duele a ella.

[Aunque entonces aún no sabía que dos años después ella decidiría dejar de ser mi amiga, sin que todavía sepa sus motivos. Y le escribí una carta, que nunca llegué a enviarle, en la que le decía: “De fondo suena Enrique Urquijo y me acuerdo de ti, la que nunca pones el remite en el sobre por no dejar tus huellas, ¿o soy yo? Ya no lo sé, pero amiga, la única, aunque tú no lo sepas me he inventado tu nombre, inventamos mareas, tripulábamos barcos, “Navego, navego” decíamos en cualquier baño de cualquier bar, ciegas de tequilas o de vodka con naranja. Después de ti no tuve amigas, aunque me empeñara en sustituirte por otras que tampoco me querían. Y ahora no contestas mis emails, botellas de náufrago con palabras lanzadas al pasado”]


Desde que no nos vemos es el legado personal de Enrique, con versiones propias de sus tan queridas rancheras, Amor se escribe con llanto, Ojalá que te vaya bonito y Amanecí otra vez; atreviéndose a ritmo de fado con María la portuguesa, de Carlos Cano; recordando el Sólo pienso en ti de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán acompañado al piano y a las voces de Jackson Browne, y haciendo suyo el tema de Antonio Vega Desordenada habitación, además de la revisión de Continuará y No digas que no. Y unas cuantas canciones íntimas que definen a Enrique y en las que Enrique se define. Además del Aunque tú no lo sepas, una de las canciones más de Enrique aunque no fuera suya – de la que hay varias versiones en directo junto a Quique, incluida la actuación en el programa de TVE “Séptimo de Caballería” - , los retratos de perdedor entrañable y melancólico destrozado por el amor, en diferentes versiones, que canta a la chica perdida de Desde que no nos vemos, No quiero que me veas esta noche y Demasiado tarde. Y la sinceramente brutal Tu tristeza, la crónica de una ruptura en toda su cotidianeidad y sencillez: Un arco iris de color, así entendías tú el amor(...) No quise ser tu dueño sólo vigilar tus sueños, ser el guardián de tu sonrisa pero tú tenías prisa (...) y no te supe hacer feliz, pero estas cosas son así; le pregunté por qué me dejas y ella me contestó: por tu tristeza. Puro Enrique Urquijo.

Esto no es exageración, ni literatura. Por eso, GRACIAS, Enrique, y descansa en paz, por fin”

Madrid. 17 de Noviembre de 1999/ 17 de noviembre de 2007.


Nota al pie

http://www.los-secretos.net

Discografía:
Los Secretos
Ojos de Perdida (1981)
Todo sigue igual (1992)
Algo más (1983)
El primer cruce (1986)
Continuará (1987)
Directo (1988)
La Calle del Olvido (1989)
Adiós Tristeza (1991)
Cambio de Planes (1993)
Dos caras Distintas (1995)
La Historia de Los Secretos (1996)
Grandes Éxitos I (1996)
Grandes éxitos II (1999)

Enrique Urquijo y Los Problemas

Enrique Urquijo y Los Problemas (1993)
Desde que no nos vemos (1998)

domingo, 4 de noviembre de 2007

EL TIEMPO DE LAS CEREZAS

En 2006 Enrique Bunbury (B) y Nacho Vegas (NV) grabaron un disco titulado El tiempo de las cerezas.
Una rareza. Una joya. Una delicia.


Mundos extraños de personajes extraños. Aves raras. Seres atormentados que caminan por el lado oscuro, asomándose al abismo. Por no saltar gritan sus penas en forma de canción: la verdad, está en la canción.

Y al final del día, sentir un leve dolor,
y esperar la secreta alegría,
de la paz que trae la canción.
Ver tu alma por dentro,
conocer acaso el horror,
no acostumbrarse a ello,
no sin la paz,
no sin la canción.
Y a pesar de todo,
aunque me paralice,
y me invada el dolor,
o mil veces resbale en los mismos lodos,
sé que al final me alzaré
y la ocasión será para brindar
con los buenos amigos.
Por mi juez, mi rey, la canción.

(Por la paz y por la canción. NV)

Ahora que el tiempo ha pasado
Y he dejado de lado la competición
Que veo más claro
Que escucho mejor(...)
Puedo decirlo más alto
Pero no más claro
todo lo que en este mundo he amado
es una canción, un teatro y a ti.

(Ahora. Bunbury)


Acordes desnudos, voces oscuras en días extraños, que entre la pena o la nada eligen siempre el dolor.

Sé que tiempos mas duros aún están por venir
que algunos días de mayo son más lluviosos que los de abril.
Me clavaste ambos ojos y aún recuerdo tu voz.
'La vida es parte buscar placery parte hallar dolor'(...)
Y te vi llorar.

Un río a cada lado de tu rostro sin desmaquillar
como la propia Kati Jurado
con las nubes negras detrás
como el negro escuchando a Van Zandt cantar
'Waiting around to die'
Como Juana de Arco al arder
como el santo a punto de perder la fe.
Y te vi llorar.
Y entre el dolor y la nada elegí el dolor

(La pena o la nada. NV)


Cazadores de presas imposibles,

Completamente solo, bajo un sol abrasador,
grité al perderlo todo y no reconocí mi propia voz.
Vivía igual que un cazador,en soledad,
sin fe ni amor, mi presa siempre estaba en otro lado.
A hierro yo viví y maté
y a hierro sé que moriré,
el cielo nunca se ha equivocado. (...)
Y vi a mi amor y estaba herido,
no me quise detener allí.
Soy cazador, y no persigo más
que lo que huye de mí.

( El cazador. NV)


Persiguiendo el rumbo de los sueños, entre secretos y mentiras, esclavos de sus propias cadenas, con versos que se clavan en la mente del que los escucha.


Jamás te recuerdo
porque nunca te olvido


( ¿Hay mejor manera de empezar una canción?)


tu cuerpo fue la guarida
favorita de mi cuerpo

Hay una estela de ausencia
de coincidencia literaria
de locas armonías
de piel azteca (...)

Y ahora tengo las arterias,llenas de etcéteras,

y un corazón espartano,y unas manos,
que creen en los milagros.
Al límite de un temblor,
de conspiración divina,
el rumbo de tus sueños,
coincide con mis pesadillas.

(¿Y más redonda de terminarla?)

(El rumbo de tus sueños. Bunbury)



Personajes de serie negra, con una puta desagradecida a la que desamar, gritando bravo a mujeres fatales cuyo oficio es destrozar corazones. Callejones sin salida, porno a domicilio, chicas de látex (Es mentira que el deseo/ siempre es verdad). Atmósferas opresivas de las que es imposible escapar.


Sigue recto, hay un desvío.
Tómalo hasta el final.
Si hemos hecho algo mal, amor,verás una señal.
Pero no iba a llegar y avanzamos igual,
como atraídos por el Sol
hacia su mismo centro.
Hay días en que valdría más
no salir de la cama.
En sólo un minuto vi mi vida cambiar.
Que sólo era un juego, te escuché
y volvimos a casa.
todo el camino aquella extraña canción.Pa ra bam bam bam
Nos fuimos mar adentro
hasta donde nadie alcanzaba a ver.
Con el agua al cuello
me volví, te miré y tu dijiste:
"Te podría matar y no se iba a enterar nadie.
Cuando me pregunten yo diré
que no llegaste nunca."

(Días extraños. NV)


Una historia de las que no se olvidan. ¿Quién no ha pensado alguna vez ‘qué hago yo aquí con este/a’? "Te podría matar y no se iba a enterar nadie. Cuando me pregunten yo diré que no llegaste nunca." Tremendo. Y todo el camino aquella extraña canción. Pa ra bam bam bam”. Imposible dejar de escucharla, que su eco no retumbe en la cabeza.

¿Y qué decir de un auténtico pacto con el diablo a cambio de una canción?...

Como fue no lo sé, pero todo cambio,
hacía meses que no escribía una canción.
'Tienes lo tuyo', rió justo antes de marchar,
'hay algo que a cambio tienes que entregar'.
Me dijo, 'lay, lay, esto es lo que hay,
traigo dos noticias para usted, señor.
La mala dice que su antigua alma ya no le pertenece más.
Puede que la otra la haya adivinado,
sé que ahí fuera ya le están buscando,
y la policía está al llegar, la policía está al llegar.
Fue un placer hacer tratos con usted, señor.'(...)

Doy una fiesta a la que asistirá
toda la gente a la que he amado,
pero llego y no veo a nadie,
llego y huele a azufre el aire,
y la policía está al llegar.

(Serie negra. NV)

Mundos propios, ciudades del norte donde siempre está a punto de empezar a llover, en la espina dorsal del universo, donde se espera en vano un tiempo de las cerezas que nunca llega.
Es momento de ir, yendose poco a poco
el tiempo de las cerezas
nunca llega a noviembre
no me apetece escribir, hay otras formas de huir
y estar loco por solo o solo por loco.
Ahora se que encontraras por ahi
a otros mejores...
no te preocupes por mí,
soy como los gatos y caigo de pie...
y no me duele cuando me hacen daño.

(El tiempo de las cerezas. Bunbury)


Poesía descarnada, que ya no se estila. Letras no sólo para escuchar: sobre todo para leer, para sentir, para ser vividas, prendidas y apre(h)endidas.

Queriéndote como ya no se estila,
sin una gota de decencia
me casaré contigo
todas las veces
siempre que sea estrictamente necesario,
porque eres en mi caso
lo que la fe suele ser
para los desesperados,
quizá superstición, quizás vocación
de suicida incandescente
sin una gota de cordura.Si pensara menos con la cabeza,
menos con el corazón y mas con la entrepierna
el triunfo del amor
en estos tiempos de pena y olvido
el vino y la miseria
devolvieron a mi casa
la flecha arrojada,
la palabra ya dicha,
la oportunidad despreciada,
la vida pasada que no volverá
y es un hecho.Te fecundaría con un simple pensamiento de amor,
para algo ha de servir este dolor que siento,
lo siento
esta pálida tristeza de deseo
de esclavitud y de cadenas,
no me importa saber quién soy, si es que soy alguien
o aprendiz de puta
o crucigrama sin resolver,
esta pasion de enredadera de cumbre o precipicio
de cilicio o mansedumbre.

Si pensara menos con el corazón...

(De esclavitud y de cadenas. Bunbury)


En todas y cada una de las canciones del disco (18 en total, más dos reprises: B canta su versión de Días extraños y NV la suya de El rumbo de tus sueños) hay al menos una idea, un verso o una frase de la que quedarse enganchado. Es uno de esos discos que resulta imposible escucharlos una única vez. Y en cada escucha, en cada relectura gusta más: se descubre algo nuevo, y luego se saborea, para acabar tarareándolo.

Precisamente hoy ha aparecido en el diario Público, a propósito del disco de NV y Christina Rosenvinge (Verano fatal que, adelanto, será oportunamente analizado en este blog, es interesante) una reseña en la que señala que los discos de este estilo hay que valorarlos por el grado de fusión alcanzado. Desde luego, en El tiempo de las cerezas NV y B lo han conseguido. Con creces. Todas las canciones son intercambiables, como bien demuestran los reprises.

Gracias a los dos, que nunca llegaréis a leer esto, por haberlo parido.

Afortunados nosotros, por descubrirlo y disfrutarlo.


Notas al pie.

http://www.bunburyvegas.com/

http://www.nachovegas.net/

http://www.enriquebunbury.com/

http://www.limbostarr.com/