Me calaste hondo y ahora me dueles
si todo lo que nace perece del mismo modo
un momento se va y no vuelve a pasar.
Y decian qué bonito era vernos pasear
queriéndonos infinito
pensaban siempre sera igual.
¿Cómo lo permitimos?
¿Qué es lo que hicimos tan mal?
Fue este orgullo desgraciado
que no supimos tragar.
Y engáñame un poco al menos,
di que me quieres aún mas,
que durante todo este tiempo
lo has pasado fatal
que ninguno de esos idiotas
te supieron hacer reir
y que el único que te importa
es este pobre infeliz.
Me calaste hondo y ahora me dueles
si todo lo que nace perece del mismo modo
un momento se va y no vuelve a pasar.
Y el día que yo me muera
y moriré mucho antes que tú
solo quiero que una pena
se llore frente a mi ataúd
que esta herida en mi alma
no llegó a cicatrizar
y estará desesperada
hasta que te vea llegar.
Me calaste hondo y ahora me dueles
si todo lo que nace perece del mismo modo
un momento se va y no vuelve a pasar
un momento se va y no vuelve a pasar
un momento se va.
1 comentario:
¿Y a mí que no me termina de fascinar, este Bunbury?
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